Pero nadie duda de su belleza y elegancia, sin olvidar su sencillez y precio. Para mi gusto, no hay muchos materiales que superen su encanto. Hablo del mimbre, una fibra que se obtiene de un arbusto de la familia de los sauces, es lavable y transpirable. Muy pronto se conoció su posibilidad de fabricar mobiliario y distintos objetos. Esta documentada su existencia desde el antiguo Egipto, de mimbre era el cesto donde depositaron a Moises en las agua del Nilo.
Alcanzó su mejor momento en la Inglaterra Victoriana donde los jardines se llenaron de mobiliario de mimbre, pero hasta el día no se ha dejado de utilizar tanto en interior como en exterior.
Crea ambientes relajados y naturales para porches y terrazas, piezas ligeras y fáciles de mover cuando sea necesario, muy combinables tanto en su tono natural como en colores claros, fluor o blanco.
Su versatilidad permite hacer, además de mobiliario, piezas decorativas, sin olvidar los clásicos cestos.
Muchisimas gracias por la visita y buen fin de semana.
Un besazo
"Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida."
Woody Allen
A mi me gusta mucho y a mis perros... TAMBIÉN!. No puedo ponerlo en el jardín porque se lo comen. Jaja. Me encantan las cestas colgantes. Yo tenía una en la casa de Mojácar.
ResponderEliminarUn abrazo